En el presente trabajo como parte de las actividades del primer módulo de la especialidad competencias docentes para la educación media superior, daré a conocer después de pensar detenidamente: los motivos que me pusieron en el camino de la docencia, las circunstancias en las que me he desenvuelto y el sentido que tiene para mí dedicarme a esta profesión.
Mi primera incursión como docente fue en el año 2003 me gradué como licenciada en administración turística y por una compañera que iba conmigo en la universidad me entere que en una escuela de bachillerato solicitaban personal para dar clases en la carrera de Técnico en Turismo, así que fui para enterarme bien de la situación, como las clases ya habían comenzado les era urgente conseguir personal para cubrir un interinato, solamente me preguntaron si contaba con algunos documentos y como afortunadamente contaba con ellos me contrataron inmediatamente, muy rápido y sin siquiera pensarlo ya estaba comprometida a impartir algunas materias de tercer semestre, me dio mucho gusto tener un empleo, mi primer empleo, de hecho es uno de los recuerdos más satisfactorios que tengo, el ser profesor era algo que nunca antes me había planteado ni siquiera imaginado que podría hacerlo.
En mis primeros días de clase estaba muy nerviosa aunque con muchas ganas de realizar mi trabajo, me esforcé lo más que pude y la experiencia me gusto, puede darme cuenta del esfuerzo que hacían mis antiguos profesores, al terminar mi contrato no fue posible que me quedará en la escuela, por lo que me retire y continue desarrollandome pero en otras actividades.
Pasaron 6 años y un día tome la decisión de volver a intentarlo y fui a otra escuela y para mi sorpresa me aceptaron, el primer día en esta nueva escuela estaba mucho más nerviosa que la primera vez de estar frente a un grupo, en ocasiones me cuestionaba al respecto ¿Por qué ahora me siento más nerviosa?, a pesar de que me animaba el hecho de que ahora tengo más experiencia y me es muy útil a la hora de abordar los temas, pues con todo y eso me sentí más estresada.
Actualmente puedo decir que soy docente porque así lo quiero y me gusta, como profesor me siento útil, siempre estoy aprendiendo y el día que por alguna circunstancia o razón no me sienta bien realizando esta actividad no pienso continuar, considero que siempre hay opciones si las buscamos, aun y cuando a veces la situación en general en difícil, yo espero nunca tener que estar donde no quiero y mucho menos tener que trabajar en algo que no me gusta.
Ser profesor significa para mi mucha responsabilidad de las cosas que haces y dices tanto dentro como fuera del aula, por lo que trato de poner el mayor cuidado en ello, no me gusta ver jóvenes temerosos de sus profesores, nerviosos, o que solamente se preocupan en la calificación que obtienen, considero importante la cuestión académica pero también la importancia de fomentar ciertos hábitos y valores; me gusta escuchar a mis alumnos lo más que puedo para tratar de corresponder de alguna manera con sus expectativas; algo complicado para mí, es en ocasiones, el cómo establecer una relación de las expectativas de los estudiantes con los objetivos del curso.
Después de haber compartido y leído las experiencias y sentimientos de los compañeros docentes con respecto de los problemas, preocupaciones y satisfacciones que representa el reto de ser docente así como la manera de cada uno de enfrentar las diferentes situaciones que vivimos en el aula y en nuestros centros de trabajo, que en ocasiones nos generan un malestar, como el no contar con una formación pedagógica que nos permita transmitir y lograr un aprendizaje significativo en nuestros alumnos, la cuestión de la disciplina sobre todo para los que somos novatos, las carencias que tienen la mayoría de los planteles en instalaciones para el uso de las TIC, la resistencia al cambio y a la aceptación de nuestras limitaciones, lo cual nos impide actualizarnos y buscar e implementar nuevas prácticas con nuestros grupos.
De igual manera también compartimos algunas satisfacciones, a mí me causa gran satisfacción cuando los muchachos ya no son mis alumnos pero aun así algunos se acercan nuevamente para saludarme u otros para preguntarme algunas dudas de sus nuevas materias relacionadas con mi especialidad, el ver mejorar a los alumnos día a día, el que sean capaces de generar su propio conocimiento, el que continúen con sus estudios a nivel superior, y seguramente podría enumerar muchos motivos más, que finalmente son la razón de que algunos continuemos frente a grupo.
Como menciona José M. Esteve en su texto “La aventura de ser maestro ”esta actividad requiere del dominio de varios puntos no únicamente de lo académico, y nadie nos enseña a ser docentes, por lo que la mayoría lo aprendemos con el tiempo al enfrentarnos a nuestro grupo y cometiendo errores, lo que en un inicio nos puede generar ansiedad y en lugar de disfrutar nuestra tiempo en el aula lo sufrimos, y no logramos esa empatía que nos gustaría con nuestros alumnos, así como tampoco logramos despertar un interés por los temas a tratar, pero también nos habla de lo gratificante que resulta la liberación de todos nuestros miedos, del orgullo de ser profesor, la gran oportunidad que tenemos de comunicar en el aula con las actividades que realizamos una parte de lo que somos, de lo que hemos logrado como seres humanos.
Concluiré reconociendo que tengo mucho por aprender y poner en práctica espero tener el tiempo, la paciencia para prepararme continuamente y al final poder aportar algo de provecho para mis estudiantes, cuando inicia el semestre me siento muy presionada de realizar todas las actividades que plantea el curso, pero poco a poco a lo largo de los días voy paso a paso, pronto sin darme cuenta termina el semestre y así como quedan muchas cosas pendientes también veo que muchas se han logrado, y me voy con un buen sabor de boca y con muchas ganas de regresar y mejorar en el siguiente.